El príncipe negro,
estoico inmortal...
cuerpo guerrero,
cicatrices encalcadas,
talismanes de Orishas.
Escudo y lanza,
cachivaches elocuentes,
que divulgan una historia...
una ruta, una vida,
luminarias ancestrales!
El príncipe blanco,
mimado y sublime...
frágil silueta,
de porcelana piel.
Adornados por tesoros,
faldas de lino y seda...
son verdades infalibles
secuencias patriarcales,
incertidumbres tan vulgares
del este ameno charlatán!